domingo, 3 de enero de 2016

Mount & Blade: La Edad Media ha vuelto.


Llegaron los días de insufrible calor en dónde vivo. Por lo tanto, y siendo que este año pude hacerme de una portátil que me permite escaparme algunos ratos del infierno que es el comedor de mi casa, he tomado la decisión de jugar/algunos juegos livianos (que mi humilde notebook pueda correr) y a la vez interesantes. Y vaya que es interesante esta saga de Mount & Blade. La primera vez que me pongo en serio a jugar uno de ellos.

En Mount & Blade, encarnamos nuestro propio personaje. Le damos un nombre, una cara y repartimos un puñado de puntos en habilidades, conocimientos, rasgos y particularidades. Una vez hecho todo esto, nuestro "fulano" está listo para encarar un mundo que bien encaja en nuestra Edad Media, aunque con nombres y un mapa irreal de continente llamado "Calradia". El juego posee en Steam su propio Workshop, y cuenta con infinidad de "mods". Incluso algunos transportan la época a otras épocas y otros conflictos, tales como romanos versus bárbaros, guerras civiles, y la era napoleónica. Por el momento, y para el propósito de lo que escribo, lo uso sin modificaciones.

Obviamente, los gráficos no son su fuerte. En algunos aspectos, me recuerdan mucho a los del viejo OFP (Operation Flashpoint), pero a medida que uno lo juega, muy pronto uno se acostumbra a ellos y empieza a disfrutar de un muy buen concepto en entretenimiento.

Comencemos:


Las opciones de comienzo, son muchas. Se puede ser mujer, varón, pobre o un noble caído en desgracia. Por ejemplo, uno puede hacerse su propia historia. Digamos que eres un pobre huérfano, encontrado abandonado en las sucias calles de una ciudad amurallada. Fuiste arrebatado de los brazos de tu madre al nacer, por otro heredero al trono que no admitiría competencia. La orden era matarte, pero algún extraño embrujo hizo que tu captor y verdugo, decidiera dejarte tirado allí sin ensuciarse sus manos con tu sangre. Te han dado por muerto, y nadie en la nobleza reconocerá tu linaje. Criado como un ayudante de mercader, alguien que si sabía tu verdad te la ha revelado al llegar tu adolescencia. Ahora, estás decidido a ocupar el lugar que te pertenece y que te han arrebatado. Estás listo para la venganza.



O bien podrías ser un niño que se tras su pubertad se lanza a la aventura. A conquistar nuevas tierras, inspirado en historias como las de Alejandro Magno de Macedonia. Formar un ejército numeroso que te siga hasta el mismo fin del mundo de ser necesario. La imaginación es el límite.

La siguiente captura, lo resume todo:


Una vez que estemos contentos con nuestra elección, ya podremos comenzar nuestra historia. Se debe tener en consideración, que una vez que empecemos a jugar con nuestro personaje, todo lo que hagamos tendrá consecuencias. Si nos hacemos de un buen renombre, algunas cosas se harán más sencillas y otras más difíciles. Si elegimos participar para favorecer a un rey, será mejor que así lo hagamos. Comportándonos mal o robando a sus súbditos, demás está decir que empeorará nuestra fama. Será más difícil que otros hombres se unan a nuestra causa, y hasta quizá el mismo rey quien ponga un precio por nuestra cabeza. Si huimos cobardemente de una batalla, cada vez que pronunciemos nuestro nombre alguien recordará aquel episodio infame.

En el juego podemos utilizar diferentes tipos de armas:



Armas de una mano: Espadas, chafarotes, alfanjes.
Armas de dos manos: Garrotes, mandobles, lanzas, varas, hachas, jabalinas, arcos, ballestas,
Armas arrojadizas: Zaetas, flechas, cuchillos, piedras

También podemos sostener un escudo, o colocarlo en nuestra espalda para evitar golpes desde atrás.



Podemos cabalgar caballos, y hacer cargas con ellos, y luchar utilizando las armas antes mencionadas desde su montura.

También está la ropa, que dependiendo del material que sean nos dará más o menos protección. Los cascos, los guantes y las botas.



Lo importante a tener en cuenta en este juego, es que las armas, los escudos y la ropa, sufren desgaste por el uso. Los escudos, por ejemplo, si son de madera estarán en muy mal estado tras unas cuantas batallas. Se deterioran a medida que reciben golpes. Lo mismo suscede con las armas. Si luchamos a caballo, deberemos cuidarlo. Ellos también reciben daños y terminan lesionándose, y rindiendo menos en los combates. Por lo que cada tanto, debemos revisar nuestro inventario y renovar nuestro equipo bélico cuando sea necesario.

Existen infinidad de objetos en el juego, que sirven para múltiples propósitos. Así como hay armas, ropa y protectores, hay comida, bienes de cambio y adornos. También hay varias formas de hacerse con ellos. Se pueden comprar, ganar, robar o encontrar. Tras una batalla, el ganador se queda con lo de su adversario por derecho de vencedor. Luego puede optar por ir a algún mercado y vender las cosas o canjearlas por otras, o quedarse con ellas.

La moneda de cambio son los "Denares". Al igual que los otros objetos, se pueden obtener de múltiples maneras.

El mapa de campaña es de un tamaño considerable, y contiene bosques, montañas, ríos, desiertos y zonas nevadas. Comenzamos solos, con una modesta cabalgadura. La particularidad, es que cuando no nos movemos, estamos en pausa.


Nos movemos haciendo clic izquierdo con el mouse en el mapa. A medida que lo hacemos, vamos dejando un rastro que puede apreciarse como pequeñas flechas en el suelo. Así también, si nuestro personaje tiene los dotes necesarios, podrá encontrar y seguir el rastro de otros.

En nuestro recorrido, nos encontraremos con todo tipo de personajes. Otros caballeros, ejércitos, caravanas, campesinos, y por supuesto, bandidos, ladrones y embusteros.

Entre los lugares a los que podemos ir, hay ciudades, pueblos y castillos. Los pueblos o villas, son los lugares a los que iremos a reclutar hombres. En las ciudades, hay comerciantes a los que podremos venderles bienes, armas y caballos. Además están las tabernas, lugar donde podremos encontrar mercenarios, tratantes de esclavos, y otros tipos de personajes interesantes.

Según la experiencia y el rango que consigamos, será el número de hombres que podemos manejar. Y según el número de seguidores, serán las posibilidades que tendremos. Atrapar bandidos es una buena ocupación para los principiantes. No suelen ser muy numerosos y van pobremente armados. Con unos nueve o diez combatientes con nosotros, les podemos dar una buena tundra.


Cuando ganamos un combate, podemos tomar algunos prisioneros que luego venderemos al tratante de esclavos. Y con las armas y equipos capturados, podemos equipar a nuestros propios soldados. Si los bandidos tienen bienes de cambio, también serán nuestros para venderlos luego en el mercado de alguna ciudad.

Nuestro contingente, necesita de comida para viajar. Comerán una vez al día, y deberemos pagarles su salario una vez a la semana. La comida estará en nuestro inventario, y según del tipo que sea, se deteriorará con el tiempo. La carne, por ejemplo, se pudre y cuando está en descomposición ya no sirve como alimento. Quedarse sin comida, o no contar con el dinero suficiente para pagarles a nuestros seguidores, hará bajar la moral de la tropa y comenzarán a desertar.


Por otro lado, hay alimentos que se conservan mejor. Las carnes secas, la avena, la miel, embutidos y otros.

Si uno se estudia los precios de mercado, también se puede hacer bastante dinero comprando barato y vendiendo más caro entre reinos y ciudades. Hay muchos acontecimientos aleatorios que van alterando el entorno. Guerras, asaltos y la interacción de otros personajes, así como el saqueos de villas y la destrucción de castillos, hacen que el mundo sea dinámico y emocionantes.



Podemos participar de batallas multitudinarias, en las que debemos evitar quedar aislados o atascados entre el enemigo. Tenemos la posibilidad de ver las cosas en primera o tercera persona. Para reponer la salud, debemos acampar a la intemperie o pasar un día en alguna ciudad o bajo el cobijo de algún castillo.

Se trata de un juego muy entretenido, y muy inmersivo. Y al ser tan dinámico, uno nunca sabe como va a terminar su día. Sorprende que bajo una interfaz tan sencilla y unos gráficos tan básicos, se esconda tanta jugabilidad. Es ideal para pasar un buen rato, y para perder un par de horas sin casi darse cuenta. Ideal para encontrarlo en alguna rebaja de Steam y comprarlo sin miedo a arrepentirse.